Cómo afecta la contaminación a nuestra salud
Según la OMS 1,3 millones de personas fallecen cada año debido a la contaminación atmosférica en las ciudades. Más del 50% de estas muertes tienen lugar en países en desarrollo.
La contaminación del aire que respiramos aumenta el riesgo de sufrir patologías cardiovasculares y respiratorias graves, como la neumonía, o incluso crónicas y letales, como el cáncer de pulmón.
Agentes contaminantes y sus efectos en la salud
Hay muchos tipos diferentes de contaminantes, y todos ellos pueden tener un impacto en la salud humana. Algunos contaminantes, como las partículas y el ozono, pueden causar problemas respiratorios como el asma y la bronquitis. Otros, como el plomo y el mercurio, pueden dañar el sistema nervioso
Los efectos de la contaminación sobre la salud dependen de muchos factores, como el tipo de contaminante, la cantidad de exposición y la salud del individuo expuesto. Pero una cosa está clara: la contaminación es una grave amenaza para la salud pública, y tenemos que hacer todo lo posible para reducir nuestra exposición a ella.
A continuación te mostramos los principales contaminantes que podemos encontrar en las urbes:
1. Monóxido de carbono
El monóxido de carbono se encuentra en el aire principalmente debido a la circulación de vehículos que utilizan como combustible un derivado del petróleo (es decir, casi todos actualmente), así como a la quema de carbón en industrias que utilizan este material como materia prima.
El CO afecta al transporte de oxígeno en sangre y provoca síntomas como cansancio, dolor de cabeza, sensación de aturdimiento… derivados de posibles anemias y falta de oxígeno en células y tejidos.
2. Hidrocarburos
De nuevo, petróleo, gasolina… y su combustión, son origen de los hidrocarburos, al igual que la quema de carbono y madera. Vehículos a motor y plantas petrolíferas son las mayores productoras de estas sustancias.
Las vías respiratorias se ven afectadas ante altas dosis de hidrocarburos en el aire.
3. Partículas en suspensión
Las partículas (PM) o partículas en suspensión, son una mezcla de partículas sólidas y líquidas suspendidas en el aire. Las PM pueden estar compuestas por una gran variedad de materiales, como el polvo, el polen, el hollín, el humo y otros líquidos.
Cuando se inhalan, estas partículas pueden llegar a lo más profundo de los pulmones e incluso entrar en el torrente sanguíneo. La exposición a las PM se ha relacionado con diversos problemas de salud, como infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas y muerte prematura. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado las PM como un carcinógeno del grupo 1, lo que significa que se sabe que causan cáncer en los seres humanos.
Dada la gravedad de estos riesgos para la salud, es importante hacer lo que podamos para reducir nuestra exposición a las PM. Algunas medidas sencillas son utilizar filtros HEPA en nuestros hogares y oficinas, evitar las actividades al aire libre durante las épocas de altos niveles de contaminación y apoyar las medidas para reducir las emisiones de las centrales eléctricas y los vehículos.
Tomando estas medidas, podemos ayudar a proteger nuestra salud y mejorar la calidad del aire que respiramos.
Los aerosoles son los culpables de unas de las partículas líquidas en suspensión más contaminantes
4. Dióxido de azufre
Este compuesto, que también contamina agua y suelo, es el más frecuente en el aire y, en su mayor parte, procede de industrias como la eléctrica.
El SO2 provoca la contracción de los bronquios con la consiguiente dificultad para respirar, así como irritación de ojos y garganta. Además, la presencia de Dióxido de azufre se vincula a altas tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.
5. Óxido de nitrógeno
El óxido de nitrógeno es un gas que emiten los coches y las centrales eléctricas. Es invisible e inodoro, pero puede tener un impacto significativo en la salud y el medio ambiente.
Este gas, puede contribuir a la niebla tóxica, la lluvia ácida y los problemas respiratorios como el asma. También puede causar o agravar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otras afecciones graves.
La buena noticia es que hay formas de reducir la contaminación por óxido de nitrógeno. Por ejemplo, las fábricas pueden instalar depuradores para limpiar las emisiones antes de que se liberen al aire. Y todos podemos ayudar conduciendo menos y asegurándonos de que nuestros vehículos se mantienen correctamente.
Trabajando juntos, podemos marcar la diferencia en la lucha contra la contaminación por óxidos de nitrógeno.
El NO2 es tan perjudicial que algunos de los contaminantes que se producen a partir de él provocan la muerte de las plantas
Es importante que nos concienciemos de la importancia de cuidar del medio ambiente y, en consecuencia, de nuestra salud. Contaminación y salud están íntimamente ligados y es vital que actuemos a nivel individual para lograr cambios a nivel global. Como siempre, pequeñas decisiones como dejar de usar aerosoles, utilizar el transporte público, reciclar residuos… podrán conseguir que los cambios a mejor sean una realidad.
Si por otro lado, quieres asegurarte de estar bien protegido en caso de que tu salud o la de tus familiares falle, es importante garantizar una asistencia rápida y de calidad con un seguro de salud. Si necesitas que te ayudemos, simplemente escríbenos y buscaremos el producto que mejor encaja con tus necesidades.